El pasado lunes, el Banco de España, advirtió de un pronunciado aumento en los créditos al consumo, que desde finales de 2014 han experimentado un incremento del 47%.
En un avance de su informe trimestral sobre la economía española, el organismo señala los peligros que puso de manifiesto la última crisis. Apunta que los rápidos incrementos del crédito pueden ocasionar un riesgo para la estabilidad financiera y macroeconómica “al elevar la vulnerabilidad de los agentes frente a perturbaciones adversas».
Al mismo tiempo, el Banco de España señala que este tipo de crédito cuenta con un peso de sólo un 5% en la cartera de crédito de las entidades financieras. En 2008 esa cifra era mucho mayor en el sector inmobiliario en el momento en el que estalló la burbuja, afectando a la economía nacional.
Actualmente, el crédito al consumo tiene un saldo vivo en niveles cercanos a los de 2004, pero un 32% por debajo de los niveles del primer trimestre de 2008.
El banco señala que la manera de minimizar riesgos es que las decisiones de los agentes implicados en el crédito al consumo estén basadas en expectativas prudentes sobre la capacidad de repago de esta deuda.
Atractivo para los bancos
Las dificultades que están encontrando los bancos para aumentar sus márgenes de beneficios, con tipos de interés en mínimos históricos en la zona euro ha hecho que aumente el atractivo de estos créditos por parte de la banca, ya que los tipos cobrados son mayores.
El BdE también señala la importancia de dichos créditos para la recuperación económica: «El mercado de crédito al consumo ha contribuido a la recuperación económica de los últimos años, principalmente a través de la financiación del aumento del consumo en bienes duraderos y, en particular, del vinculado con la adquisición de vehículos», señala el informe.
Desde 2014 el saldo de crédito al consumo ha experimentado una recuperación sostenida, con tasas de crecimiento interanual situadas en torno al 14%. En el caso del crédito para financiar el consumo de bienes duraderos aumentaba al 21%.
La situación, en datos
Finalizado el primer trimestre de 2018, el montante de créditos al consumo de las familias españolas rondaba los 81.000 millones de euros. Esto supone 25.000 millones más que a principios de 2015 (56.000 millones), cuando el saldo alcanzó el nivel más bajo desde que empezó la crisis.
La financiación bancaria que se destina a compras domésticas continúa siendo una parte pequeña del endeudamiento familiar, que se sitúa en torno a los 700.000 millones actualmente. Se encuentra alejada de los niveles de 2008, donde se superaron los 106.000 millones de euros.
El organismo supervisor quiere que las familias continúen el camino que les ha hecho reducir la deuda de 880.000 millones a 690.000 en los últimos 8 años, y reconoce el esfuerzo y disciplina que han llevado a cabo para lograrlo.