Caixabank continúa su objetivo de deshacerse de activos distressed. La entidad catalana ha dado un paso de gigante para sanear su balance al estar negociando la venta de la mayor cartera de PYMES morosas sacada al mercado hasta la fecha.
Este proyecto, con el nombre de Proyecto Olimpia, incluye créditos con garantía inmobiliaria de PYMES por un importe que supera los 700 millones de euros. La entidad espera tenerlo cerrado antes de que finalice el presente año.
Esta operación no es la única de esta tipología en Caixabank. Se suma al denominado Proyecto Orion (600 millones de euros), que cuenta también con créditos de PYMES morosas con garantía hipotecaria.
Esto supone un importe total cercano a los 1.500 millones de euros que la entidad quiere sanear de su balance antes de que acabe el año, para así completar la operación firmada con Lone Star de vender prácticamente todos sus activos adjudicados por 7.000 millones de euros. Una vez traspasados suelos y pisos, quedan por vender los créditos que componen las carteras de Olimpia y Orion
Los fondos, pendientes
Para la cartera Olimpia, al contrario que lo ocurrido en la venta de activos adjudicados, los favoritos no son los grandes fondos (Cerberus, Lone Star, Blackstone…) sino que fondos intermedios como Axactor o Bain Capital están pendientes de la operación. Los grandes fondos continúan reservándose para otras operaciones que se encuentran en marcha y al cierre de las actuales firmadas a mitad de este año.
Las estimaciones sitúan el precio de las carteras en 250 millones para el Proyecto Olimpia y unos 200 millones de euros en el caso del Proyecto Orion.
La exposición al ladrillo se reduce a la mitad
Todas estas operaciones prevén que la exposición neta al ladrillo de Caixabank se reduzca a la mitad, pasando de 20.200 millones a final del año pasado a una exposición neta entorno a 10.000 millones de euros.
Sumado a las presiones del Banco de España, la entidad continúa así siguiendo su plan estratégico para aumentar la rentabilidad, donde la banca española se sitúa delante de las grandes economías del viejo continente.