A finales del pasado mes de marzo, el Consejo de la Unión Europea aprobó la creación de nuevas normas que permiten que las instituciones no financieras adquieran contratos de deuda distressed para reducir el elevado volumen de NPL todavía existente en el sector bancario europeo y evitar su acumulación en el balance de las entidades.
Según el comunicado difundido por el Consejo «La UE está impulsando el desarrollo de mercados secundarios para NPL, lo que permitirá a los bancos administrar o vender este tipo de préstamos con más facilidad», siendo el objetivo concreto «armonizar las reglas relativas a la forma en que las instituciones que no son entidades de crédito puedan adquirir contratos de crédito ante los bancos «y, por consiguiente, reducir los niveles de NPL existentes en los bancos y evitar su acumulación en el futuro.
Con la mayoría de los eurodiputados apoyando la aplicación de esta norma (426 votos a favor de un total de 577 votos ) la Unión Europea da un paso más, cada vez más cerca de alcanzar una Unión Bancaria.
Es de subrayar que esta fue la segunda medida aprobada, sólo el mes pasado, con el mismo objetivo. La primera tiene por objeto asegurar que los bancos tengan reservas de fondos capaces de cubrir los riesgos derivados de los préstamos al establecer mínimos de cobertura a los préstamos recién concedidos que se conviertan en deuda distressed. En caso de que la institución financiera no cumpla con el valor mínimo establecido tendrá que recurrir a sus fondos propios para hacer la deducción.
De este modo, la medida permite no sólo reducir el riesgo de que los bancos no tengan fondos suficientes para cubrir pérdidas en esos casos, sino también evitar la acumulación del mismo y la posible intervención estatal.
Estas normas se aplican en todos los Estados miembros de la UE, que han contribuido en los últimos años a la clara disminución del volumen de NPL a nivel europeo.
Portugal, por otra parte, se destacó en un informe de la Comisión Europea como uno de los países entre los Estados miembros que contribuyen a una disminución del 3% o más de NPL en Europa.
En 2017 Portugal tenía la segunda mayor proporción de préstamos morosos (1,3%) en la UE, sólo por detrás de Eslovaquia, y en 2018 vendió más de 5 mil millones de euros de este tipo de crédito con un desarrollo muy positivo para su economía y la del continente europeo.