Las hipotecas verdes han llegado para quedarse. Este tipo de préstamos, cuyo objetivo es premiar la compra de casas eficientes o las reformas que busquen reducir el consumo de los pisos antiguos, han logrado una gran acogida debido al aumento de conciencia social sobre aspectos medioambientales.
Por el momento el número de hipotecas verdes concedidas, tanto en España como en Europa, es residual y no presenta una proporción reseñable del total. Sin embargo, los expertos afirman que en los próximos años estarán a la orden del día en el mercado hipotecario. Aún se espera la definición de unos criterios comunitarios que permitan impulsar este tipo de préstamo para que este sector del mercado deje de estar tan verde como su nombre.
¿En qué consisten este tipo de préstamos? ¿Quién los está ofreciendo? ¿Qué futuro les espera? Despejamos esa y muchas más cuestiones sobre las hipotecas verdes.
Hipotecas verdes, ¿puedo tener una?
Por definición, las hipotecas verdes sirven para financiar la adquisición de un inmueble que tenga una calificación energética A o B (las calificaciones más altas posibles), o la rehabilitación de una casa antigua, siempre que se consiga mejorar en un 30% su eficiencia energética. Eso es lo que considera la Comisión Europea una ‘vivienda verde’.
¿Qué bancos ofrecen hipotecas verdes?
En España encontramos diferentes entidades comercializando este tipo de préstamos. Entre ellas destacan Triodos Bank, Banco Santander, Bankia, BBVA, Caja Rural de Navarra, Cajamar y Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI). Todas ellas aplican unos intereses algo más bajos que en las hipotecas estándar. Premiando de este modo al cliente con un descuento en el tipo de interés y en algunos casos se reduce la aportación personal que exigen los bancos para aprobar el préstamo.
El banco holandés Triodos Bank ha concedido ya alrededor de 1.700 hipotecas de este tipo en España. Si atendemos a los números en Europa, ha cerrado casi 12.000 operaciones de este tipo. El interés que el banco cobra al cliente está vinculado a la calificación energética de su vivienda. Su oferta incluye préstamos a tipo variable o mixtos y en el caso de las hipotecas variables el diferencial mejora en más de dos décimas entre una casa A+ y una G.
Traducido a números, esto implica una rebaja de alrededor de 16€ al mes y de unos 4.000€ a lo largo del préstamo. En el caso de los productos mixtos, el ahorro se sitúa en torno a los 20€ al mes y 5.000€ a lo largo de la hipoteca.
El banco Santander, aplica una bonificación del 0,1% al tipo de interés por la compra de viviendas sostenibles. La oferta estándar de la entidad es de 0,99% más el euríbor en el caso de préstamo variable y del 1,9% a tipo fijo. Además, en colaboración con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha lanzado un préstamos para financiar rehabilitaciones energéticas de entre 3.000 y 100.000 euros.
Por su parte, Bankia también cuenta con una solución para financiar una vivienda sostenible. La bonificación en este caso llega hasta el 0.25% (25 puntos básicos) frente a los préstamos habituales.
BBVA cuenta con una línea de préstamos promotor que está destinada la construcción de viviendas verdes, permitiendo a compradores la financiación con una bonificación en el diferencial a través de una subrogación.
Por el momento, los expertos afirman que las bonificaciones son muy escasas. “Aquí los bancos han sido poco creativos, y por lo general lo único que ofrecen es una rebaja en el tipo de interés. Deberían pensar en otros incentivos, como por ejemplo sacar productos hipotecarios específicos para rehabilitación energética, que seguramente ayudará a que la gente enfoque las reformas en este sentido”, opina Juan Villén, responsable de idealista/hipotecas, quien insiste en que “aunque cada vez más bancos ofrecen estos productos hipotecarios, deberían estar más visibles. Casi todas las promociones de obra nueva son ya certificación A-B, por lo que los bancos deberían publicitar hipotecas verdes para todas estas viviendas”.
El proceso, en fase inicial
Mucha gente se pregunta por qué no se han asentado este tipo de préstamos si tan ventajosso son. Según explica Enrique Benavides, gerente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), “el desarrollo práctico de este tipo de hipotecas todavía es incipiente en Europa porque existen varios aspectos que matizar para ser un producto comercialmente maduro”.
“Aún hay muchos aspectos que se están debatiendo y que deben ser aclarados y consensuados, como por ejemplo la idoneidad de los certificados de eficiencia energética actuales, la clasificación homogénea de los inmuebles; los incentivos y/o gravámenes para fomentar en los intervinientes (desde promotores a ciudadanos, pasando por entidades financieras), la transición hacia los objetivos de eficiencia energética, el valor de tasación de un inmueble verde frente a uno no-verde, o la medición del impacto de las mejoras en eficiencia de las viviendas”, aclara Benavides.
De manera similar opina Javier Kindelan, portavoz de RICS, vicepresidente de CBRE España y presidente de Valuation Advisory Services CBRE EMEA, quien defiende que “nos encontramos en una fase incipiente donde se están estableciendo los pilares de la financiación sostenible. Como resultado, según el informe publicado por el World Resource Institute, solo la mitad de los 50 bancos más grandes del mundo tienen actualmente objetivos económicos sostenibles y ofrecen créditos sostenibles”.
Por otro lado, Cátia de Almeida, responsable del proyecto de hipotecas verdes de Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), sostiene que “a nivel europeo, existen varias propuestas para definir las pautas y la estandarización de las hipotecas verdes”, como los planes de acción que han iniciado países como Italia, Bélgica, Alemania o Dinamarca.
En lo que respecta a nuestro país, de Almeida pone de manifiesto la preocupación latente de cómo afecta la vivienda al calentamiento global y al medioambiente, y cómo los usuarios pueden actuar sobre las emisiones de CO2 en los hogares. Pese a ello, “todavía no se han desarrollado planes de subvenciones o incentivos económicos de forma estructurada y coordinada para que los clientes puedan tomar medidas de mejora sin que se vean afectados financieramente. Y es aquí donde las entidades privadas tienen un papel fundamental para crear ese vínculo entre el cliente y el desarrollo de viviendas sostenibles”, insiste.
Europa favorecerá el asentamiento de las hipotecas verdes
La Unión Europea es el principal responsable del sentimiento generalizado del asentamiento futuro de las hipotecas verdes. La UE ha fijado unos objetivos de sostenibilidad en el Marco Estratégico de Energía y Clima, basados en conseguir cero emisiones de carbono en 2050 y que incluyen una estrategia específica de renovación del parque residencial (ERESEE en el caso de España). Las medidas propuestas incluyen que los edificios tengan un consumo de energía prácticamente nulo, por ello deberán aplicarse normativas y acciones enfocadas a reducir las emisiones.
En el ámbito hipotecario también se ha establecido una iniciativa bautizada como Energy Efficient Mortgages (EEM), que pretende promover y financiar la inversión en edificios energéticamente eficientes. La iniciativa está respaldada por algunos de los mayores bancos privados europeos y el mercado da por hecho que será un filón para las hipotecas verdes.
El responsable de idealista/hipotecas recuerda que “el futuro son las casas eficientes y estas hipotecas van de la mano”, mientras que el gerente de la AHE sostiene que “la eficiencia energética y la descarbonización que se ha marcado Europa afectan a todos los ámbitos de la vida, y todos los agentes económicos deben ser parte de la solución, incluidas las entidades financieras”.
Pedro Garrido Chamorro, director general de los Registros y el Notariado, opina que “la financiación verde debe ser una de nuestras preocupaciones inmediatas, tanto por la necesidad de crear nuevos productos como por fomentar la sostenibilidad”.
Para Kindelán, la gran catapulta de las hipotecas será “el compromiso de nuestro país con el clima y el medioambiente, así como la necesidad de concienciar y potenciar la competitividad de la banca en la innovación y apuesta de productos financieros sostenibles, que demuestren un mayor compromiso con el entorno”. Y añade que las hipotecas verdes “potencian una construcción y reforma más sostenible, reduciendo la demanda energética, que a su vez reduce los riesgos inmobiliarios dotando los activos de mejor y mayor vida útil por su estado más optimo, competitividad y liquidez”.
Por último, la responsable de hipotecas verdes de UCI añade que el tirón de estos préstamos también estará ligado a la propia evolución del mercado. “Los bancos ya han detectado demanda por parte de sus clientes, y esta tendencia comienza a calar entre las promotoras, que ofrecen cada vez más desarrollos eficientes, de máximo nivel y uso eficiente de los recursos. Las hipotecas verdes han venido para quedarse porque el futuro o será sostenible o no será”.
En España hay mucho margen de recorrido. Según idealista/data, la mayoría de las viviendas en venta y alquiler que hay actualmente disponibles en el mercado tienen un nivel de sostenibilidad medio-bajo. En concreto, el certificado energético más habitual es el E (el quinto peor nivel en una escala alfabética que llega a la G).
Desde la Dirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo dependiente del Ministerio de Fomento sostienen que más del 60% del parque de viviendas doméstico fue construido cuando no había normativas de eficiencia.
En Europa la situación es bastante similar: la Federación Hipotecaria Europea calcula que en la UE hay más de 220 millones de bloques de pisos construidos antes de 2001 y hay millones de viviendas con una certificación energética inferior a C.
Y este bajo nivel de sostenibilidad tiene un impacto directo en el consumo de energía y, por ende, en el bolsillo de los ciudadanos. Según un estudio realizado por la iniciativa Energy Efficient Mortgages en Dinamarca, una vivienda de calificación A gasta seis veces menos de energía que una de calificación G (la más baja del ranking), lo que le supone un ahorro anual de más de 3.500 euros y le confiere en torno a 64.000 euros extra de valor de mercado.
Sin duda el mercado inmobiliario se encuentra en un períododeevolución ydinamismo y este futuro pasa por la sostenibilidad medioambiental.
Fuente: Idealista