Desde la irrupción del coronavirus, el número de compraventas inmobiliarias en nuestro país ha sufrido un descenso del 24,4% en el acumulado. Así, Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria afirma que únicamente han comprado una casa “quienes tenían la necesidad de hacerlo”.
Con la lenta recuperación del sector, «estamos asistiendo a un continuo goteo de rebajas en los precios, podríamos hacer un símil grotesco con la gota malaya, para explicar que esta situación realmente perjudica al posicionamiento de la vivienda a los ojos del comprador, que ya no saben si el precio correcto es ahora o si lo será dentro de tres meses» afirma Duque.
Un futuro esperanzador
Todo apunta a que la situación en los próximos meses dará un giro radical. Como sucediera con crisis anteriores, los oportunistas se encuentran observando el mercado en busca de gangas entre los activos inmobiliarios del territorio español. «Y saben que dentro de muy poco tiempo el gap entre lo que se pide por una propiedad y lo que se llega a pagar por ella, será el menor de los próximos años», afirma el directivo de Alfa. Muchos propietarios ya no pueden esperar más y necesitan adecuar sus expectativas si quieren vender.
Razones para el cambio
En los momentos previos a la pandemia, el inmobiliario español se movía en máximos y su atractivo como destino de inversión había disminuido. Medio año después, la situación es bien distinta: la oferta inmobiliaria ha aumentado en gran cantidad, lo que se traducirá en una bajada de precios y llegada de compradores. ¿Cuáles son las principales razones que aportan esperanza al sector? Desde Alfa Inmobiliaria apuntan a una serie de factores:
- Elevado número de personas y empresas necesitan liquidez. Por desgracia, la situación actual ha hecho que el mercado de trabajo y la economía sufran un revés que se traduce en necesidad de liquidez para las personas. La venta de una propiedad puede suponer una gran inyección.
- Mayor número de viviendas vacías. La elevada incidencia del virus en nuestro país ha hecho que alcancemos un gran número de fallecimientos. Esta situación tan catastrófica trae consigo un aumento en el número de viviendas vacías.
- El Euribor en negativo y sin perspectivas de crecimiento. Esto tiene una relación directa con la contratación de hipotecas, al ser condiciones más favorables, así como en la guerra de precios para atraer a los clientes con más solvencia y dinero ahorrado.
- La vivienda nueva gana peso. A pesar de que la mayor cuota de mercado se la lleva la vivienda usada, la oferta de vivienda nueva ha aumentado mucho en los últimos años, rebajando el precio de la usada.
- La vivienda es un valor refugio. España es un país donde la vivienda se ha visto siempre como una forma de ahorro, y ahora “más aún teniendo en cuenta la escasez de opciones en las que invertir, y las dudas existentes sobre el futuro de las pensiones” apunta Duque.
Todos estos factores apuntan a que el sector se reactive con la entrada de inversores tanto nacionales como extranjeros, que ya se encuentran analizando el mercado en busca de oportunidades. “Pensamos que él final del año será el momento en que se materialicen gran parte de las operaciones” concluye el directivo de Alfa Inmobiliaria.