El sector inmobiliario continúa adaptándose a los tiempos que corren. La digitalización de la industria es un hecho y los principales agentes implicados quieren ser partícipes de él.
Se espera así acabar con la mala imagen que posee el sector dinamitada por la burbuja, la corrupción y las malas prácticas. Las promotoras y constructoras focalizan esfuerzos ahora para construir una nueva identidad en la que todos los esfuerzos se centran en el cliente
En este escenario surge uno de los ejemplos de transformación tecnológica del sector: las proptech. Fruto de la fusión de property and technology aparecen estas plataformas dispuestas a reinventar por completo la realidad del panorama, desde la búsqueda de vivienda a la gestión e incluso la inversión, comercialización, construcción…una transformación 360 y un lavado de cara de la mano de las nuevas tecnologías.
Los expertos ya comienzan a valorar la posibilidad de que en poco tiempo sea posible adquirir una vivienda sin haberla visitado nunca. Por el contrario hay quien afirma que al final un futuro propietario siempre deseará llegar a ver la propiedad, aunque no la vaya a habitar. Sea como sea, no es de extrañar que esa y más posibilidades hasta ahora inimaginables irrumpan con fuerza en el negocio gracias a la llegada de las proptech.
Cada vez más presentes
A cierre del pasado junio, el número de empresas identificadas como proptech en España alcanzaba las 225. En marzo de 2017 existían 58 empresas de esta tipología, lo que supone un incremento del 126% en algo más de un año.
En cuanto a su distribución geográfica, la mayor parte de las proptech (78%) se concentra en Madrid y Barcelona, seguidas de Valencia y de Andalucía, con un 16% dividido a partes iguales. En la actualidad, se estiman en 5.000 los empleos directos que este tipo de compañías generan. Así, las proptech se están desarrollando y consolidando en la industria junto a nuevas tendencias que cada vez ganan más importancia como el big data o la inteligencia artificial.
Smart homes
Las viviendas inteligentes apraecen en este escenario. Conocidas como smart homes, estas viviendas pretenden estar sensorizadas a través de información que reciben de todos los aparatos que la integran y de esa manera mejorar la calidad de vida. Esta tendencia va más allá de la domótica, llegando incluso a involucrar a empresas aseguradoras para que puedan no sólo actuar correctamente en casos como siniestros, sino también prevenir este tipo de situaciones.
En lo que respecta a la construcción y mantenimiento, las nuevas tecnologías están presentes también. Un claro ejemplo es la proptech Sensedi, que ha creado la BIP (Building Information Platform). Gracias a esta herramienta puede visualizarse en 3D el edificio y todos los datos en relación con el inmueble. “BIP es una plataforma inteligente que muestra en tiempo real las características y el estado de los activos inmobiliarios, permitiendo evaluar los antecedentes del edificio y proponer actuaciones que generen ahorro y bienestar a los vecinos, a la vez que ayuda a prevenir siniestros”, explica Pedro Maqueda, consejero delegado de Sensedi.
En definitiva, BIP recopila, estructura y ordena datos sobre cuyo análisis se deben tomar decisiones. Gracias al big data, incorpora cualquier información procedente de distintas fuentes de datos como el Catastro, las promotoras, los administradores de fincas, mediadores, compañías de seguros o arquitectos, entre otros.
“Para poder acometer decisiones con garantías de éxito sobre un inmueble es esencial disponer de toda la información del mismo, desde sus características originales a su estado actual, pasando por el histórico de actuaciones e intervenciones a las que ha sido sometido”, añade Maqueda.
En la celebración de la Proptech Unconference el próximo septiembre se hablará de todos estos avances y otros temas de influencia en el sector, facilitando un punto de encuentro entre startups y compañías tradicionales que están buscando adaptarse a los nuevos tiempos y avances tecnológicos.
Hipotecas verdes
La financiación no escapa de esta tendencia. Este nuevo escenario ha afectado también al mercado hipotecario. Se ha desarrollado un proyecto piloto en el que se persigue establecer un nuevo préstamo estandarizado que tenga en cuenta el ahorro energético. Este proyecto, conocido como EeMAP (Energy Efficient Mortgages Action Plan), cuenta con valedores como RICS y con un total de 37 bancos y otras 23 organizaciones para su desarrollo. Entre otras funciones, RICS se ha encargado de poner en marcha una guía de buenas prácticas que pretende contribuir a definir un protocolo o guía de valoración de los edificios sostenibles.
Las entidades participantes en este proyecto piloto representan el 45% de las hipotecas en Europa, lo que a su vez equivale al 21% del PIB europeo. Esto confirma la voluntad y capacidad del mercado de apoyar esta nueva revolución y el Plan de Acción de la Comisión Europea sobre Finanzas Sostenibles gracias a la definición de un terreno común de buenas prácticas.
En lo que respecta a nuestro país, hay siete organismos que se han adherido a esta iniciativa, representando diferentes sectores: la banca (Triodos Bank, Caja Rural de Navarra y la Unión de Créditos Inmobiliarios), la valoración (Cohispania y Tinsa) y otras entidades como Green Building Council España (GBVCe) y el Ayuntamiento de Madrid.
“Los valoradores vienen recogiendo información de eficiencia energética o certificados de sostenibilidad desde hace tiempo, y confiamos en que iniciativas como las hipotecas verdes no hagan más que incrementar su relevancia y evidenciar su impacto en las valoraciones”, apunta Javier Kindelan Williams, portavoz de RICS en España.